En un reciente informe del Banco Mundial se señalan varios aspectos en los que Costa Rica no es competitiva, destacándose el exceso de trámites y barreras burocráticas a las que son sometidos los ciudadanos y las empresas en su quehacer diario y en la gestión de sus actividades económicas.

Personalmente, he sido testigo del entrabamiento progresivo, que han tenido los emprendimientos e iniciativas individuales, debido al crecimiento incontrolado de normas y reglamentos de diferente índole, muchas innecesarias o reiterativas. Mi ámbito de acción se circunscribe al Sector Turismo y al del transporte aéreo, pero sé que esta misma experiencia se aplica a todos los sectores económicos del país.