Entre las políticas migratorias y las turísticas existe una fuerte interrelación que data de décadas. Basta con saber que, cuando se creó la primera entidad pública dedicada al turismo, incluía, entre sus potestades, las relacionadas con asuntos de migración. Se trató de la Junta Nacional de Turismo y Migración, instituida por ley y promulgada en el año 1929, durante el gobierno de Cleto González Víquez. Del mismo modo, la Iglesia Católica tiene establecida la Pastoral para el Turismo y las Migraciones desde hace 40 años, conocida también como la Pastoral de la Movilidad Humana.