• Las iniciativas de las Policías Municipal y Turística merecen ser apoyadas

Costa Rica tiene la añeja fama de ser un país seguro para los visitantes. Se mantiene vigente, en parte, no tanto por méritos propios, sino porque el deterioro de la seguridad y el avance de la delincuencia en otros países ha sido mayor que en el nuestro. No obstante, sería un grave error no actuar enérgicamente frente a este problema aplicando resignadamente el viejo decir de que “mal de muchos… consuelo de tontos”. No podemos conformarnos frente a una realidad que amenaza tanto a nuestros visitantes como a nosotros mismos.